El universo de la Cúpula.

«En el círculo se confunden el principio y el fin», Heráclito de Éfeso (S. VI-V a.C).

Muchas de las culturas antiguas que nos han precedido se han servido del lenguaje simbólico para dar una explicación a preguntas de las cuales no encontramos respuesta desde un punto de vista racional. El símbolo ha sido utilizado desde antiguo para expresar una imagen, idea o concepto que trasciende a nosotros mismos. Uno de estos símbolos utilizados es el círculo que se cierra sobre sí mismo representando lo absoluto, la perfección, estableciendo así, una relación entre lo espiritual y lo material.

Por tanto, el círculo ya era usado por estos hombres de la antigüedad, bien para la realización de cabañas, para la arquitectura funeraria o para acotar espacios sagrados. El ejemplo de cabaña neolítica que mostramos a continuación, nos da una idea de cómo debían ser los poblados de esta época, formados por cabañas circulares dispersas donde se haría la vida. Este ejemplo es la única cabaña neolítica conservada en la Comunidad Valenciana, lo cual aporta un especial interés a este yacimiento arqueológico.

La utilización del círculo también lo encontramos en las más antiguas arquitecturas hipogeas. En nuestra entrada destacamos el Tholos de El Romeral y el Tesoro de Atreo. Ambos ejemplos están formados por un corredor y dos cámaras (una para albergar los restos humanos y otra para las ofrendas). La cámara principal posee una falsa cúpula a base de hiladas concéntricas.

Por último, El Cromlech de Stonehenge, nos muestra un espacio circular cuya finalidad no queda muy definida por los historiadores, aunque parece ser que se utilizaba como templo religioso, monumento funerario u observatorio astronómico que serviría para predecir las estaciones.

cabaña neolitica y stonehenge unido

Restos de una cabaña neolítica en el yacimiento arqueológico de la Illeta dels Banyets en El Campello  (IV milenio a.C.), provincia de Alicante, España. Cromlech de Stonehenge (finales del Neolítico), (dcha.). Inglaterra.

Tholos de El Romeral unido

Exterior e interior del Tholos de El Romeral en las cuevas de Antequera, Málaga. (En torno al 1800 a.C.). España.

El Tesoro de Atreo unido

Exterior y cúpula de El Tesoro de Atreo en Micenas (S.XIII a.C). Grecia.

bombo tomelloso unido

Casa de labranza o Bombo característico de La Mancha, construido con piedra seca apilada, cubriendo el espacio con una falsa cúpula. Postal de turística, Museo del Carro. Tomelloso, C. Real (S. XX). España.

Si bien es cierto que el origen de estas estructuras abovedadas es más antiguo como ya hemos explicado y también podemos consultar en la entrada que publicamos anteriormente, «Historia de una bóveda», serán los romanos quiénes la llevarán a su máxima expresión. Existe un gran número de edificaciones que contienen una cúpula como elemento de cierre siendo el Panteón de Roma un buen ejemplo de perfección en cuanto a técnica se refiere. En relación al uso de materiales, el más utilizado es el hormigón, pues permite la construcción en altura y sostener grandes esfuerzos y empujes. La cúpula nace del círculo y es una superposición de anillos.

El Panteón de Agripa unido

Grabado de El Panteón de Agripa de Giovanni Battista Piranesi de 1756 (izda.). Interior de El Panteón (dcha.). Roma, Italia.

Las cúpulas tienen una gran influencia posterior, complicándose y aplicando nuevas soluciones constructivas con el paso del tiempo. Así por ejemplo, en el Imperio bizantino, heredero de la tecnología romana, la técnica evolucionará dando lugar a la cúpula sobre pechinas. La pechina es cada uno de los elementos estructurales y constructivos que resuelve el encuentro entre la base circular de una cúpula y un espacio inferior cuadrado o poligonal. Tienen forma de triángulo invertido. Un ejemplo lo encontramos en la imagen de la cúpula del interior de Santa Sofía de Constantinopla, Estambul, Turquía.

El uso de la pechina derivará en la cúpula sobre trompas, muy usada en el Románico de Occidente. Las trompas, por su parte, podríamos decir que tienen forma de concha o bien de abanico, la utilidad es la misma, aunque también en este caso se utiliza para pasar a formas octogonales en vez de circulares. Quizás uno de los ejemplos más conocidos se encuentre en la cúpula de la Iglesia de Santa María de Mave de origen Románico en Palencia, España.

santa sofia y mave cupulas definitivas

Interior de Santa Sofía de Constantinopla (izda.). Interior de la Iglesia de Santa María de Mave en Palencia (dcha.).

En este paso del tiempo, vemos cómo las cúpulas se han desarrollado para soportar o contrarrestar unos empujes provenientes de otras partes de la edificación para generar un todo perfecto.

El Renacimiento supone la vuelta a las estructuras clásicas. De entre los muchos ejemplos que existen podemos destacar la cúpula de Santa María di Fiori en Florencia obra de Filippo Brunelleschi, a quien se le asignó la cúpula de la Catedral proyectada como remate del crucero.  A través de los escritos de Giorgio Vasari en su libro: “Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue a nuestros tiempos”, podemos conocer los viajes que Brunelleschi realizó a Roma movido por su fascinación ante la cúpula del Panteón e incluso afirma que en sus viajes había encontrado el secreto de construir la cúpula según el sistema de los antiguos.

Pero en realidad, la única semejanza entre la cúpula del Panteón y la de Florencia la encontramos en las dimensiones pues ambas tienen casi el mismo diámetro.

Entre las diferencias destacamos el punto de apoyo. La cúpula del Panteón se apoya en los grandes muros circulares, mientras que la cúpula de Florencia fue alzada sobre un tambor octogonal, dejándola completamente en el aire. De ahí su complejidad.

Brunelleschi fue un genio y aquí queda patente. La cúpula de Florencia es uno de los pocos monumentos que se ha considerado perfectos.

Grabado del interior de El panteón de Agripa. unido

Grabado del interior de El panteón de Agripa. Antonio Lafreri, 1564 (izda.). Dibujo del Duomo de Santa Maria del Fiore, 1559. Lodovico Cardi llamado il Cigoli (dcha.).

Interior y exterior de la Cúpula de Santa María di Fiori unido

Interior y exterior de la Cúpula de Santa María di Fiori, Florencia.

Otro genio que traemos a colación es Miguel Ángel Buonarroti, pues también recibe la influencia bizantina para la construcción de la Cúpula de San Pedro de El Vaticano. Entre las referencias tomadas para su realización, destaca la cúpula de la Catedral de Santa Sofía en Constantinopla así como el Panteón de Roma y la cúpula de Santa María di Fiori pues Miguel Ángel también proyecta una doble cúpula como ya hiciera Brunelleschi.

En el interior, la cúpula sobre pechinas tiene forma esférica y se apoya sobre cuatro grandes pilares. La exterior es apuntada como ya hiciera Brunelleschi.

Interior de la cúpula de Santa Sofía de Constantinopla (izda.). Interior de la cúpula de San Pedro de El Vaticano unido

Interior de la cúpula de Santa Sofía de Constantinopla (izda.). Interior de la cúpula de San Pedro de El Vaticano (dcha.).

Exterior de la Catedral de Santa María di Fiori (izda.). Exterior de la Catedral de San Pedro de El Vaticano unido

Exterior de la Catedral de Santa María di Fiori (izda.). Exterior de la Catedral de San Pedro de El Vaticano (dcha.).

La cúpula seguirá una evolución tanto en su forma constructiva como en los materiales utilizados, y así destacamos el siglo XX con la construcción de cúpulas en hormigón armado y más concretamente la construcción de cúpulas laminares. Los primeros que trabajaron en el campo de las cubiertas laminares, hacia 1924, fueron Dischinger y Finsterwalder. En 1925, en Jena, Dischinger realiza el famoso planetario. En Leipzig (1929) desarrolla el mercado con dos cúpulas laminares.

Hormigonado de la cúpula del Planetario de Jena unido

 Hormigonado de la cúpula del Planetario de Jena (1925) (izda.). Planetario de Jena. Actualidad. (dcha.).

Cúpula del mercado de Leipzig unido

Cúpula del mercado de Leipzig (1929) (izda.). Mercado de Leipzig en la actualidad (dcha.). Alemania.

Mención especial también merece la figura de Torroja que en esta época hace la cúpula del mercado de Algeciras (1933). El sistema de cubrición del mercado es una gran cúpula laminar en cuyo centro se abre una claraboya. La transformación de las bóvedas y cúpulas tradicionales, que ya hemos analizado, en estructuras laminares de hormigón armado es una aportación del siglo pasado. El propio Torroja decía que las cubiertas laminares no eran obra de un genio, sino del resultado de un estudio de la evolución anterior de las formas del hormigón armado.

La cúpula cubre un espacio octogonal y descansa sobre ocho pilares situados en cada una de las esquinas, a los que transmite únicamente carga vertical. La carga horizontal se absorbe mediante un anillo octogonal que une los extremos superiores de los soportes.

Cúpula laminar del mercado de Algeciras unido

Cúpula laminar del mercado de Algeciras (1933) (izda.).  Mercado de Algeciras en la actualidad (dcha.). España. 

No debemos olvidar que la Naturaleza también nos muestra sus «grandes obras arquitectónicas» sin intervención del hombre, pues en diferentes zonas de nuestro planeta encontramos la formación de cúpulas naturales creando paisajes excepcionales y recreando nuestros sentidos. Estas cúpulas naturales se asemejan a las creadas por el hombre, tanto es su aspecto como en una de sus funciones, consistente precisamente en ser un elemento estable, en este caso natural.

Son muchos los ejemplos que podríamos ilustrar, pero hemos hecho una selección de los que más han llamado nuestra atención.

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Gruta de Benagil , Algarve  (Portugal).

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 Glen Canyon, Utah, (Estados Unidos de Norteamérica).

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Monument Valley,  frontera de Utah con Arizona, (Estados Unidos de Norteamérica).

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Yacimiento de Risco Caído, Gran Canaria, (España).

En relación a los sostenimientos de ladera mediante cúpulas, no hemos encontrado ningún ejemplo significativo. Si recordamos nuestras entradas “Y ahora… una de arcos” e «Historia de una bóveda», podemos ver que sí aportamos ejemplos visuales en relación a los sostenimientos mediante estos elementos constructivos. Por eso animamos a nuestros lectores a compartir con nosotros cualquier ejemplo que utilice las cúpulas para evitar desprendimientos en el medio natural.

 

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